Parece por lo dicho hasta ahora que los cambios tecnológicos en marcha alrededor de la nanotecnología, biotecnología, infotecnolgía y cognotecnología, tienen calado y potencial suficiente como para cambiar profundamente lo que somos los hombres y lo que son nuestra economía y nuestra sociedad. Algunos autores, los menos, ven esas tecnologías como algo gradual en nuestro mundo que aportarán nuevos productos y servicios, nuevas formas de hacer las cosas y quizás nuevas economías, similares a las ya ocurridas en diversas épocas de la historia de la humanidad, sin ningún otro alcance.
Otros autores, los más, creen que los cambios serán más radicales que los vistos hasta ahora en la historia de la tecnología. El hombre, en efecto, mediante el uso de la tecnología, ha transformado en su “beneficio”, el mundo natural en el que habita, ha manipulado y consumido los recursos disponibles en ese mundo, ha vencido las distancias, la comunicación, la limitada capacidad de cálculo y de memoria de su cerebro y muchas otras deficiencias de su entorno y de él mismo. Ahora está a las puertas de transformar y manipular su propio cuerpo y su propio cerebro, mucho más de lo que ha hecho hasta ahora.
Supone una significativa cortedad de miras la interpretación de que dichas tecnologías son como otras anteriores, y una manifiesta simplificación, analizar exclusivamente las industrias convencionales que van a ser afectadas por ellas. Lo que hay detrás de dichas tecnologías es mucho más importante: se trata de que el hombre puede crear la vida, manipularla y transformarla, con el hombre mismo como objetivo a cambiar y a mejorar.
Da la impresión de que el hombre no tendrá más remedio que explorar el mundo exterior a nuestro planeta y seguramente colonizarlo, por insólito y complejo que eso pueda parecer hoy. Para conseguirlo, necesitará mejorar su cuerpo y su mente. Las estrellas serán colonizadas por sucesores del homo sapiens actual, el cual, según la interpretación utilizada, será una nueva especie de base humana, heredera de lo que somos hoy, o algo radicalmente distinto.
Independientemente de qué industrias puedan verse afectadas, sobre lo cual, y por cierto, hay multitud de trabajos en los países más avanzados, lo que necesita ser estudiado y pensado es lo que hay verdaderamente detrás de la capacidad que está adquiriendo el hombre de manipular las materias, inorgánica, orgánica y gris. Si todas las materias van a poder ser transformadas, la verdad es, como se ha dicho anteriormente, que el mundo puede casi comenzar desde cero de nuevo. Hasta una nueva Génesis es posible, como indican algunos autores.
Otros autores, los más, creen que los cambios serán más radicales que los vistos hasta ahora en la historia de la tecnología. El hombre, en efecto, mediante el uso de la tecnología, ha transformado en su “beneficio”, el mundo natural en el que habita, ha manipulado y consumido los recursos disponibles en ese mundo, ha vencido las distancias, la comunicación, la limitada capacidad de cálculo y de memoria de su cerebro y muchas otras deficiencias de su entorno y de él mismo. Ahora está a las puertas de transformar y manipular su propio cuerpo y su propio cerebro, mucho más de lo que ha hecho hasta ahora.
Supone una significativa cortedad de miras la interpretación de que dichas tecnologías son como otras anteriores, y una manifiesta simplificación, analizar exclusivamente las industrias convencionales que van a ser afectadas por ellas. Lo que hay detrás de dichas tecnologías es mucho más importante: se trata de que el hombre puede crear la vida, manipularla y transformarla, con el hombre mismo como objetivo a cambiar y a mejorar.
Da la impresión de que el hombre no tendrá más remedio que explorar el mundo exterior a nuestro planeta y seguramente colonizarlo, por insólito y complejo que eso pueda parecer hoy. Para conseguirlo, necesitará mejorar su cuerpo y su mente. Las estrellas serán colonizadas por sucesores del homo sapiens actual, el cual, según la interpretación utilizada, será una nueva especie de base humana, heredera de lo que somos hoy, o algo radicalmente distinto.
Independientemente de qué industrias puedan verse afectadas, sobre lo cual, y por cierto, hay multitud de trabajos en los países más avanzados, lo que necesita ser estudiado y pensado es lo que hay verdaderamente detrás de la capacidad que está adquiriendo el hombre de manipular las materias, inorgánica, orgánica y gris. Si todas las materias van a poder ser transformadas, la verdad es, como se ha dicho anteriormente, que el mundo puede casi comenzar desde cero de nuevo. Hasta una nueva Génesis es posible, como indican algunos autores.