Después de algunos días de tregua, el cielo piurano vuelve a mostrar su ímpetu y poder al descargar su ya acostumbrada furia. Al promediar las 6 de la mañana de hoy la lluvia nuevamente se deja ver después de habernos hecho padecer durante el mes de febrero y algunos días de marzo. Aunque duró poco, fue lo suficientemente fuerte como para inundar gran parte de Piura y Castilla, movilizando a sus madrugadores pobladores a refugiarse en sus casas, y hasta hacerlos desistir de sus cotidianos quehaceres por la intensidad de la lluvia.
Si recordamos un poco lo sucedido con las lluvias del mes de febrero y marzo, los pasajes fueron elevados hasta S/.0.70 (Ruta Corta) y S/.0.90 (Ruta Larga), alegando las empresas de transportes que las lluvias habían malogrado las pistas y eso producía un deterioro en sus vehículos (herramientas indispensables de trabajo), por lo que necesitaban subir los pasajes. No podemos menospreciar el trabajo de los conductores y cobradores, que en su mayoría son honestos, pero tampoco se puede aceptar tan tranquilamente que un pasaje cueste 0.70 céntimos en ruta corta… Eso es otra cachetada a la pobreza, y también un punto más al mal trato que se recibe en estos vehículos, que no respetan a los pasajeros, así sean adultos o ancianos. Y qué decir de los niños…
Sin embargo, las lluvias no duraron lo que el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú, SENAMHI, había pronosticado, y a pesar de ellos los pasajes siguen manteniéndose igual –S/.0.70 y S/.0.90–.
Esperemos pues que esta lluvia, que sin duda ha sido fuerte, no produzca una nueva alza de los pasajes; y que su ímpetu solo haya despabilado a aquellos que aún dormitaban tranquilos, y no que haga pensar en aprovechar esta oportunidad para hacer nuevamente su agosto.
Si recordamos un poco lo sucedido con las lluvias del mes de febrero y marzo, los pasajes fueron elevados hasta S/.0.70 (Ruta Corta) y S/.0.90 (Ruta Larga), alegando las empresas de transportes que las lluvias habían malogrado las pistas y eso producía un deterioro en sus vehículos (herramientas indispensables de trabajo), por lo que necesitaban subir los pasajes. No podemos menospreciar el trabajo de los conductores y cobradores, que en su mayoría son honestos, pero tampoco se puede aceptar tan tranquilamente que un pasaje cueste 0.70 céntimos en ruta corta… Eso es otra cachetada a la pobreza, y también un punto más al mal trato que se recibe en estos vehículos, que no respetan a los pasajeros, así sean adultos o ancianos. Y qué decir de los niños…
Sin embargo, las lluvias no duraron lo que el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú, SENAMHI, había pronosticado, y a pesar de ellos los pasajes siguen manteniéndose igual –S/.0.70 y S/.0.90–.
Esperemos pues que esta lluvia, que sin duda ha sido fuerte, no produzca una nueva alza de los pasajes; y que su ímpetu solo haya despabilado a aquellos que aún dormitaban tranquilos, y no que haga pensar en aprovechar esta oportunidad para hacer nuevamente su agosto.