domingo, 20 de abril de 2008

Crímenes Silenciados

El feminicidio es el último eslabón de una larga cadena de violencia a la que las mujeres en todo el mundo se ven sometidas cotidianamente. Es la expresión más cruda de una sociedad machista que tolera y legitima la violencia contra las mujeres. Se basa en la desigualdad y en la discriminación hacia las mujeres.

No es casual, ni un hecho aislado que las mujeres sean asesinadas por sus parejas. El poder que los hombres ejercen sobre las vidas de las mujeres encuentra legitimación social en la falta de reacción y en la justificación de estos asesinatos.

Un elemento importante a destacar es la falta de datos oficiales sobre feminicidio en nuestro país; el homicidio de mujeres pasa inadvertido y se pierde entre las cifras generales de homicidios de toda clase.

Otro de los rasgos comunes es el tratamiento insensato –y poco imparcial– que se le da al “homicidio pasional”. Este tratamiento de la noticia contribuye a la idea de inimputabilidad de los asesinos, es decir si el asesino alega infidelidad o celos y el homicidio es calificado como pasional, es tratado como un hecho incontrolable… es decir que el homicida no pudo controlar su violencia y hasta su intencionada búsqueda de opresión de la vida de la mujer.

En definitiva, este hecho es parte del problema y no lo encontramos solo en los medios de comunicación si no también presente en la administración de justicia… administración que, como siempre, sufre de un gran aletargamiento en lo que administración de justicia y castigos apropiados se refiere.